Hay muchas cosas que no he podido conseguir, cosas que si hubiera querido las habría tenido.
Cosas que hasta que no las he perdido del todo, no me he dado cuenta de lo que en realidad he perdido. También hay veces en las que nada sale como yo quiero, y veces que me lloran los ojos de rabia. Veces en las que me enfado con todo el mundo y no quiero hablar con nadie. Pero después, cuando todo ha acabado, me gusta pensar que al fin y al cabo son sólo tonterías, la clase de tonterías que le dan más fuerza a esas cosas que me gustan. Esas cosas que te alegran el peor día del mundo. Esa sensación de estar flotando por el cielo de la alegría que sientes dentro. Pueden ser sólo cosas insignificantes, cosas que para otra persona no significan nada, pero que a ti te hacen volver a soñar. Cosas como por ejemplo películas o canciones que las ves o las escuchas por casualidad y te recuerdan a esto o a lo otro. Cosas que te ayudan a reírte de tus problemas y a seguir luchando. Cosas que te hacen
vivir.



~Autor Anónimo.